REDEFINIENDO
LA FAMILIA: REALIDADES Y PERSPECTIVAS
El tema de la nueva composición familiar se ha convertido en un tema de controversias
políticas y manifestaciones masivas en más de un país de la región. El debate
se ha enmarcado como uno de expansión de los derechos frente a la defensa de
los valores tradicionales de la familia. Lo que ha faltado en este debate, sin
embargo, es el contexto más amplio de cómo las familias de la región se han
transformado lentamente pero de forma notable en las últimas dos décadas.
Este es un aspecto, que nos hace meditar si las estrategias o
actividades se han adecuado a estos cambios en la acción y no sólo en los
procesos teóricos.
Efectivamente, la familia en América Latina y el Caribe es completamente
diferente de lo que era hace veinte años. Cada vez es menos común que los
adultos mayores vivan con la familia extendida y más común que vivan solos o
con su cónyuge. Por ejemplo, Colombia presenta un fuerte aumento de personas
mayores que viven solas: del 22% en 2002 al 31% en 2014. El promedio para 21
países de la región ha aumentado del 30% al 37%. Estos cambios tienen
implicaciones potencialmente importantes para el bienestar de las personas
mayores. Mientras que algunos pueden disfrutar de su independencia, puede
suponer también retos para asegurar los cuidados propios de la tercera edad.
En realidad es más común encontrar adultos mayores que se cuidan
entre ellos, incluso viviendo en una familia extendida, si bien como se señala
su independencia es recomendable, también guarda el riesgo de que les pueda
suceder algún percance sin una solución inmediata por sus limitaciones propias
de su edad.
Los cambios para los niños han sido igualmente relevantes ya que hoy en
día son más propensos a vivir con uno de los padres en lugar de con los dos
padres. Por ejemplo, el porcentaje de niños en Brasil que vive en familias y
con ambos padres se redujo de 76% a 69%. En Ecuador se redujo de 80% en 1995 a
73% en 2014. Estos cambios en la estructura familiar son notablemente similares
a los observados fuera de la región. De hecho, la tendencia para los niños que
viven con padres o madres solteros desde mediados de la década de 1990 en los
Estados Unidos y Canadá es similar a la de Brasil y Ecuador.
Estos cambios en la percepción de los niños de vivir en familias
monoparentales, también requiere de una nueva visión, ya que anteriormente se tenía lástima a esta
condición hoy es parte de una decisión y los niños, niñas y adolescentes lo
asumen, lamentablemente, no se trabajan adecuadamente los patrones de crianza
en estas circunstancias o tal vez los profesionales indicados no han propuestos
como deben darse.
Sin embargo, hay mucha más evidencia para apoyar las políticas que se
alinean con la estructura de la familia moderna, permitiendo un entorno para la
participación laboral y el cumplimiento de las responsabilidades de cuidado,
que para aquellas políticas que buscan modificar la nueva composición familiar. Actualmente, existe la creciente
prevalencia de las madres solteras en la región que son responsables de la
crianza de los niños y de la generación de ingresos.
Se remarca el hecho anterior, no se trata solo del aspecto
laboral, sino de cómo este conjuga con el cuidado de los niños y su respectiva
formación, de hecho una madre soltera no podrá cubrir todas las expectativas en
la crianza de sus hijos y por lo tanto de contar con el apoyo de programas
sociales estos deberán proveer las estrategias que dada su condición brindarán
una formación óptima.
En este sentido, los padres que no residen en el mismo hogar pero tienen
relaciones cercanas con sus hijos también desempeñan un papel crítico en el
desarrollo del niño y cuidado. La reducción de las barreras a la participación
económica y a la crianza, implica elementos clave de políticas públicas.
También podemos aprovechar el sólido conjunto de pruebas que demuestran que los
programas sociales dirigidos a los niños que tienen vulnerabilidades
adicionales son eficaces para mejorar el desarrollo del capital humano.
En nuestra realidad los padres separados por lo general es sinónimo
de conflicto – el que incluye la violencia – y son pocos los casos de una
relación separada y madura que procura el bienestar de los hijos. Muchos de
estos aspectos tienen que ver con los estilos de crianza de los padres y no
necesariamente con el grado de instrucción de los padres
La transformación de la familia durante los últimos veinte años sugiere
que las políticas para mejorar las condiciones sociales en la región deben
tener en cuenta las vivencias y características de la familia latinoamericana
moderna.
BID Mejorando Vidas
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